Prometheus, la precuela menos precuela de la historia, está enseñando sus primeros concepts Arts, algo que a mí me encantan y más en la ciencia ficción, que creo es donde más pueden lucirse los diseñadores. Lo que se nos muestran son algunas pruebas de vehículos, construcciones y pasillos que no tienen por qué ser necesariamente lo que se acabe viendo en pantalla, pero bastan para ponernos los dientes largos sin dar ni una sola pista sobre su enigmático argumento. Si este director sólo posee dos piezas de ficción científica ciencia ficción en su filmografía y éstas han pasado ya la historia del séptimo arte, no quiero imaginarme qué puede tener entre manos.
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